MUSEO DE ARTE MODERNO DE BUENOS AIRES
ALIANZA FRANCESA DE BUENOS AIRES
Ciclo de videoarte y cine experimental
Jueves 4 de abril, 19hs.
Auditorio de la Alianza Francesa
Av. Córdoba, 936/ 946 (CABA)
Coordinación : Victoria Simon
THIS IS JUST TO SAY
Gustavo Caprin / Andrés Denegri
Unos apuntes sobre This is Just to Say
1. TIJTS es un diálogo de epístolas
audiovisuales que se fue moldeando a lo largo de un año, por lo tanto cabe
afirmar que el tiempo es un tercer autor de esta obra. Un diario compartido que
no se conforma con sostenerse únicamente en el “narcisismo endémico” del
lenguaje del video (la impronta y estética del registro casual, hecho ahora con
celulares). Los autores “atacan” ese material y desde allí construyen sentido
formal, estético y discursivo. El gesto particular es apropiado por el otro y
resignificado, con lo cual se puede pensar este proyecto en capas tectónicas, o
como ese juego de niños en donde las manos se apilan una encima de las otras.
2. TIJTS es, consecuentemente, un catálogo de estrategias formales de
expresión. En los 60 videos hay ideas bien traducidas que enriquecen y expanden
los límites del lenguaje videográfico. Si el cine pretende borrar las
separaciones entre fotogramas aprovechando la “falla” perceptual humana de la
persistencia de la visión, el video contrariamente opera en los intersticios:
su poesía surge de donde se ven los hilos del titiritero, de la propia cocina o
del quiebre de las formas establecidas. En el caso de TIJTS los juegos
formales, la experimentación, no son caprichosos; los autores se apropian y
crean estrategias discursivas pero las pasan por el tamiz de su propio universo
audiovisual, dentro de una coherencia propia del dramaturgo que escribe diálogos
contenidos en las subjetividades singulares de cada personaje. Esta obra,
enfrentada al cuerpo de obra de los autores, encuentra destellos de innovación
pero se mantiene fiel a las reglas de sus propios discursos, utilizando de
forma lúdica la autorreferencialidad.
3. TIJTS es un mapa de las personalidades de
los autores. En el seguimiento anual del proyecto comenzaron a reflejarse
aspectos biográficos, modos de reflexión e ironías que “moldearon” una imagen
de los videastas. Federico Peralta Ramos: “Creo que la aventura del artista es el
desarrollo de su personalidad, para obtener la “constitución” del yo.” A mitad
del proceso me atreví a sentenciar que Denegri es un poeta melancólico y Caprín,
un científico loco.
Denegri parte de una engañosa actitud
documental de observación para luego destrozar ese registro: lo manipula, lo
descompone en pantallas, altera los tiempos. Lo lleva al campo del lenguaje
estructural. Así vemos retazos de imágenes: jardines con amigos compartiendo
comidas o pensando proyectos; aeropuertos; paisajes urbanos; una tormenta;
paseos, recuerdos, reflejos. Climas, entre la melancolía y la celebración. Como
en casi toda la obra de Denegri, aparece el asunto del amor y sus dificultades.
Celebra la vida y la belleza sin olvidar sus componentes amargos, porque son
parte de ella. Su primer video muestra botellas en el piso; indicios de la
fiesta que pasó. En uno de los últimos da a ver una paloma custodiando sus
huevos, rodeada del infernal ruido porteño.
Caprín es un gran narrador de procesos,
descriptos con ironía a partir de un pseudo rigor científico. Dibuja croquis,
explica teorías imposibles o construye maquetas que se vuelven puestas
teatrales cuya potencia reside en
la propia performance. Su mundo es el taller/laboratorio. Propone máquinas y
dispositivos absurdos como el Lacan Mobile; honra a sus referentes (pasa lista
en una clase a un alumnado compuesto por su propio dream team de artistas,
escritores y filósofos). Si bien aparenta omitir la declaración directa de lo
autobiográfico, el retrato intimista, aquello no lo vuelve un científico frío.
En el video 51 hay un hombre (un muñequito) solo, estático por su condición,
iluminado de costado, en lo que parece la esquina de una ciudad cualquiera.
Atrapado entre sombras, vemos deslizarse una lágrima. Ese hombre y su estado
recuerdan al corredor de Denegri, una imagen cargada de dramatismo existencial,
lograda por la simple y hábil decisión de loopear al hombre atravesando el
cuadro. Caprín retoma esta imagen y la resignifica al hacerlo correr por una
playa. Es un pase de posta pero también una suerte de homenaje; una mirada
hacia el otro como la mejor disposición para el diálogo.
Javier Olivera
Desde su aparición el video propició una estética
de lo cotidiano, un gran caudal de imágenes que constituyen un elogio de lo íntimo.
La subjetividad del realizador vuelca la mirada sobre sí, al punto tal de poder
señalar un “narcisismo tan endémico en las obras de video” que llega a proponerse
como la especificidad misma del medio (Rosalind Krauss).
This is just to say es un
proyecto de Gustavo Caprín y Andrés Denegri que se enmarca en esta tendencia.
Es un intercambio semanal de videos entre los dos artistas (uno con sede en
Barcelona, el otro en Buenos Aires), que construyó, a lo largo 2012, un
peculiar diálogo audiovisual compuesto de postales, cartas, confesiones,
retratos, autorretratos, paisajes, pasajes autobiográficos, registros caseros,
delicadas puestas en escena, imprevistos testimonios, grabaciones espontáneas,
pequeñas acciones perfomáticas y bellas imágenes inútiles, que se articularán
en el pulso de un diario personal narrado a un amigo.
This is just to say se
caracteriza también por ser un proyecto esencialmente híbrido, propio de sus
tiempos. Raymond Bellour: “Es el video, el videoarte, el que me parece
corresponder de más cerca a esta transformación de la tradición retórica en el
espacio moderno de la subjetividad. Pero hay que entender “el video” como entre
paréntesis. Se trata, en efecto, de una situación peculiar, que sólo habrá
servido para una vez y para un tiempo, durante el cual dos regímenes de imágenes
(Caín y Abel, Cine y Video, decía Godard) se habrán encontrado frente a frente,
cada uno influenciando, desplazando al otro, antes de terminar quizá un día, de
una u otra manera, fundiéndose en uno solo.”
Hoy el espacio de esta fusión está determinado
por el predominio de la tecnología digital. En sintonía con este idea, This
is just to say es un proyecto en video (videoarte), con frecuencia semanal (televisión),
que toma como soporte Internet (net-art), donde la articulación de cada una de
sus partes constituirá un –incierto- relato (cine). Para completar el recorrido
se puede aclarar que hoy los artistas se encuentran diseñando opciones para
volcar este proyecto al espacio en forma de videoinstalación.
Andrés
Denegri / Gustavo Caprin